Capítulo 07.
Era otro día, Yongsun y Jungkook llegaron con semblantes cansados, comieron algo de lo que los omegas habían preparado, acordaron con Yoongi hablar e ir con Jimin para decirle lo que pasaba y como se estaba desarrollando la investigación.
Los tres alfas se encontraban molestos, el informe demostraba que Dongwoo estaba afuera, fueron a cada sitio en que se obtuvo sospecha, se atraparon a varios trabajadores e implicados con la red, pero ninguno parecía saber nada de los cabecillas. Jungkook tenía la ligera sospecha que Dongwoo estaba en busca del paradero de Jimin, habían interceptado una entrega de drogas utilizando, como fachada, una venta de herramientas.
Los cinco estaban reunidos en la sala principal.
—Eso no es todo Jimin, pensamos que Dongwoo está prostituyendo y vendiendo omegas fuera del país —Yoongi comenta.
—No me extrañaría, ese hombre es un hijo de puta —Jin habla poniéndose de pie.
—Esto es más grande de lo que esperábamos, creímos que Dongwoo era un peón en este juego, pero al parecer, es el maldito jefe de toda esta jodida red, no solo un socio importante, la casa donde encontramos a Jimin era un sitio donde se manejaba estratégicamente, debemos encontrar cada uno de ellos y destruirlos —Yongsun se pone de pie siguiendo a Jin para tranquilizarlo.
—Alfa, no digas groserías —Jin se abraza fuerte a su alfa, en tanto la regañaba.
Jimin parecía perdido en sus pensamientos.
—¿Jimin? —Jungkook llama.
—¿Mmmh? —levanta la vista a donde él se encontraba.
—¿Estás bien? —Jungkook pregunta, su tono era calmo.
—Sí, es solo que estaba pensando que si hizo eso conmigo, ¿cómo estarán esos pobres omegas? —inquiere sintiéndose mal.
El alfa de Jungkook quiso gruñir al escuchar lo que Jimin mencionó, se sentó derecho, tratando de disimular el enojo que estaba sintiendo por lo que sucedió con él y con lo que podrían estar sufriendo los demás.
—No te preocupes Jimin, la unidad está trabajando con mucho esfuerzo para poder encontrarlo y acabar con esto —Jungkook intenta tranquilizarlo.
—Yo lo siento tanto, por mi culpa está sucediendo todo y no puedo ni imaginar que pasaría si algo les sucede por mí —Jimin baja la mirada.
—No, ni lo menciones, tú eres parte de nosotros y estamos para cubrirnos las espaldas, sea la situación que sea —Yongsun comenta con total seguridad—. Si no fuera por ti y por tu amigo, quizá nunca hubiéramos encontrado y salvado a todos los omegas y betas rescatados.
—Gracias, pero ¿esto puede ser peor de lo que es? Es decir, no quiero que nada les pase a ustedes —Jimin pregunta pellizcando los nudillos de sus dedos. Jin fue de inmediato a su lado para confortarlo.
Jungkook solo quería ir y calmarlo con un abrazo, así como lo hacía Jin, pero no debía, no podía hacerlo... aún. Sintiendo un poco de celos habló —Todos estamos junto a ti, no vamos a permitir que esto sea peor, Jimin, ¿confías en mí...?, es decir, ¿en todos nosotros?
—Por supuesto, muchas gracias —suspira en un fallido intento de verse bien.
Yongsun, Yoongi y Jin se quedaron viendo a Jungkook, que de nuevo dejaba salir su aroma para tranquilizar a Jimin. Se quedaron en silencio un par de minutos notando al ojiverde calmarse.
Jungkook se quedó viendo a Jimin, admirando su belleza, su lindo perfil y los pequeños bucles que se formaban en la punta de su cabello.
El omega castaño carraspeó llamando la atención —Bien, yo quiero informales que necesito llevar a Jimin con un médico, en la clínica tenemos todo tipo de especialistas, debemos continuar con los chequeos y algunas terapias que él aceptó, ¿no es genial? —comenta orgulloso eso último—. Además, cuando estaba en el hospital, el doctor dijo que necesitabas controles de seguimiento.
—No estoy tan segura de eso omega, podría ser peligroso por como está sucediendo todo, no estoy de acuerdo que se expongan —Yongsun duda.
—Yo podría llevar a Jimin —Jungkook ofrece viéndolo directamente.
Jimin sintió cómo un fuerte sonrojo azotaba sus mejillas, volteó a ver a Jungkook que tenía la mirada puesta en él, no era una mirada intimidante, sino como de desear proteger y preocupación.
Jin carraspea sonriendo al alfa —No te preocupes Jungkook, yo personalmente lo llevaré y me voy a encargar que sea atendido de la mejor manera posible —dijo guiñándole un ojo—, créanme y no pregunten la razón, pero es muy necesario, aquí en casa no existen los artefactos para poder examinarlo.
—Está bien, solo deben tener mucho cuidado omega —Yongsun se acerca dejando un beso en la frente de Jin.
—Yoongi, tendremos que poner policías en cubierto para que estén rondando la casa y vayan a donde Jin y Jimin deseen ir, no quiero sorpresas de ningún tipo, ¿entendido? —Jungkook continuó hablando sobre medidas que debían tomar, tomó la postura de jefe dando indicaciones de lo que vendría, necesitaba tener a Jimin a salvo.
A pesar de todo Jimin no ha salido de casa desde que había llegado, Jin le contó a Jungkook que apenas iba al jardín, así que se sentía orgulloso de los pasos que estaba dando para superar todo lo que vivió.
Por su parte, Jimin ahora se sentía un poco más liviano, el aire no era tan denso. Respirar era más fácil, tanto Jin como el doctor Kim le recordaban que todo lo que ha logrado es por su propio mérito. Agregado a eso, en su pecho existía un constante cosquilleo y todo era gracias al aroma de Jungkook.
Eran días buenos, pues no había tenido algún tipo de ataque o algo parecido.
Jimin era observador, solo podía pensar en porqué estos alfas estaban tan preocupados, su olor los delataba, trataban de disimular con risas y palabras para no atormentarlo ni hacerlo sentir mal.
Al final Jin fijó una cita con una colega especialista, era una máster en estos temas.
Así que aún se encontraban en la sala, recordando un poco del pasado contándole a Jimin como se habían conocido, Yongsun pidió unas pizzas para cenar.
Yoongi y Jungkook eran amigos desde que estaban en las Fuerzas Especiales, Yongsun se especializó un par de años antes que ellos.
—Jungkook era el mejor de la clase Jimin, deberías verlo, es imparable, todos los superiores se quedaban con la boca abierta por sus habilidades de rastreo —Yoongi se expresaba con total admiración.
—Es cierto y cuando el comité notó el talento que su alfa tenía, se lo llevaron para que se especializara en un rango más alto —menciona una Yongsun muy orgullosa de su hermano.
—Eso es genial —Jimin halaga incapaz de ver a Jungkook a los ojos. El alfa sonríe orgulloso.
—Gracias, pero ellos no se quedan atrás, son los mejores en lo que hacen, cada uno es bueno en algo —Jungkook les regala una pequeña sonrisa.
—No seas modesto, Kook, eres el mejor de todos los agentes —Yongsun sonríe.
—Te lo dije Jimin, ellos patean traseros —canturreó Jin aplaudiendo emocionado.
—¿Y cómo es que tú y Yongsun se conocieron? —Jimin pregunta curioso.
—Lo designaron como Psicólogo de la Unidad, hubo un tiempo en que no podíamos manejar tanto estrés —Yoongi menciona, recordando aquellos tiempos donde bebían cafeína como agua.
Jin se acomoda, listo, para dar su relato —Yo llegué a dar alegría y luz a ese lugar, parecía una funeraria y no lo digo por esos colores apagados que había por todos lados, sino por la cara de pesados de estos... —señala a los tres alfas con algo de burla en sus palabras.
—Es cierto, la risa de Jin siempre se escuchaba en los pasillos —Jungkook sonríe.
Jin voltea observando a su esposa con una mirada cargada de amor —Cuando vi a Yongsun, supe de inmediato que sería mi alfa, solo que la muy boba no captaba las indirectas que le daba —hace una mueca rodando los ojos.
—¿En serio? —Jimin pregunta interesado en lo que el omega contaba.
Yoongi tomó la palabra —Es cierto, Yongsun era demasiado tímida con Jin, Jungkook y yo, planeamos muchas cosas para que se fijara en él, pero parecía imposible.
—Con decirte que hasta le regalé una de mis preciadas plantas y, aún así, no entendía —Jin bufa indignado.
—Yo pensé que estaba siendo amable, no me puedes culpar —Yongsun hizo un pequeño puchero intentando defenderse.
—¿Y cómo es que terminaron juntos? —Jimin se interesó en el relato.
Jin silbó en modo de burla otorgándole la palabra a su alfa —Bueno, todo fue porque la planta que me había regalado estaba muriendo —ella comenta avergonzada.
—Casi mata la planta —Jin hace un exagerado ademán, mientras niega sintiéndose indignado.
—Lo siento tanto —Yongsun rió con pena.
—Alfa tonta, la tenías en la sombra cuando claramente te dije que debía estar bajo el sol —le acaricia la pierna con cariño.
Yongsun se cubre los ojos —Ya dije que lo siento.
Jin vira los ojos y sonríe —Desde ese entonces salíamos y pasamos muchos ratos juntos, pero ella no me pedía nada, hasta que un día le dije: "¿Me vas a pedir que sea tu omega o lo tengo que hacer yo?" Se había quedado tan asustada que pensé que saldría huyendo. En aquel entonces llevaba puesto su uniforme, que por cierto tenía una mancha extraña que parecía popó de pájaro, o algo así no lo sé...
—Omega estás divagando —la alfa lo hizo aterrizar con cariño.
—Lo siento, entonces como se quedó callada, yo le pedí que fuera mi alfa, dijo que sí y el resto es historia —sonrió con orgullo bajándose el cuello de la camisa mostrando la marca de unión.
—Es una marca hermosa Jin —Jimin admiró curioso—. Nunca vi una tan cerca, felicidades a ambos —Jimin estaba a punto de llevar su mano, pero se retractó pensando que alguien como él no tenía el derecho de tocar algo tan preciado.
Los tres alfas veían a Jimin muy ilusionado hablando con Jin sobre la mordida.
Jin pareció mencionar algo vergonzoso que hizo que Jimin se volviera completamente rojo, encogiéndose en su lugar completamente sonrojado. Jungkook solo podía pensar en que era lo más tierno que sus ojos habían visto. Suspiró fijándose en los pequeños detalles, sus rizos, la forma en que se mordía la mejilla interior. Jimin era tan hermoso.
En ese instante el timbre sonó, el alfa parpadea y se fija que se quedó viéndole durante un rato prolongado. Yongsun salió por las cajas con comida, Jin y Yoongi fueron por unas bebidas, Jungkook y Jimin estaban acomodando el lugar para estar más cómodos.
En tanto los demás preparaban la comida, Jimin intentaba mover un mueble algo pesado para hacer espacio y sentarse en el piso.
Jungkook se acercó para ayudarle —Permíteme.
—Gracias —Jimin pasa uno de sus rizos rebeldes detrás de sus orejas haciéndose a un lado.
Y como si fuera una pluma, Jungkook movió el mueble de su sitio, por alguna extraña razón Jimin se quedó atrapado entre los sillones, intentó levantar la pierna para salir, pero resbaló y se fue de espaldas —Mmmnh —balbucea quejándose y sintiéndose algo tonto.
Jungkook se apresuró para ayudarle, viendo cómo se frotaba la parte baja de la cintura.
—¿Jimin te encuentras bien? —pregunta preocupado.
—Mm sí, lo siento no fue mi intención —niega con efusividad—. Yo quedé atrapado, no quise...
—Está bien, no te disculpes —le tranquiliza tendiendo su mano para poder levantarlo, Jimin la aceptó, al mínimo roce, se paralizó. Vio el toque del alfa sintiendo una corriente extraña en ella, entonces la quitó rápidamente cuando ya estuvo de pie.
—Gracias... Yo, yo iré por allá —parpadea consternado, temeroso, se alejó.
Jimin caminó hacia la cocina para calmar su alocado corazón que latía tan rápido, estaba tan ruborizado, rogó para que Jungkook no se haya dado cuenta de su tontería.
Y lo que Jimin no sabía era que Jungkook también sintió la corriente, pero su alfa se entristeció al ver que el ojiverde quitó su mano rápidamente.
Supuso que su presencia incomodaba a Jimin, o puede que le tuviera miedo, o quizá puede ha sido muy invasivo y no le ha dado suficiente espacio. Jungkook hacía lo mejor que podía para mantener a su lobo tranquilo. Había una pelea constante con su instinto.
Su lobo seguía reclamando a Jimin como suyo, su omega. Intenta calmarse, pues su interior le demanda ir detrás de él, tomarlo en sus brazos y marcarlo con su aroma.
Para tranquilizarse, Jungkook se dirige hacia donde Yoongi, su amigo, servía la pizza. Un par de minutos después, Yongsun los llama y todos empezaron a comer, Jimin dio un pequeño mordisco y emitió un sonido que le hizo ruborizar, pues todos le estaban viendo.
—¿Está buena, no? —inquiere Jin limpiándole un poco de salsa que había en la comisura de sus labios.
—Sí, esta es la segunda vez que pruebo una pizza y está deliciosa —Jimin intenta sonreír, sus ojos parecían brillar.
—¿Qué? ¿Cómo que es la segunda vez? —Yoongi preguntó con la boca llena. Jungkook le pidió que comiera correctamente dándole un pequeño empujón de hombros.
—Sí, la única vez que la comí, fue cuando mi mamá me llevó a uno de esos lugares donde tenían los hornos a vista y podías apreciar todo el proceso de su elaboración. Eso fue antes que enfermara y pues fue algo difícil y ya saben el resto de la historia —Jimin levanta los hombros restándole importancia.
—Lo siento Jimin, mi pregunta fue estúpida —el alfa se siente mal.
—Vocabulario, maldita sea —Jin grita, Yoongi le dio una mirada desconcertada al omega que veía su rebanada con extra queso como si fuera el amor de su vida.
Jimin dirige su atención a Yoongi —No te preocupes, en realidad no tuve la oportunidad y con Dongwoo, ni mencionarlo, pocas veces me permitía comer. Así que está bien.
La mandíbula de Jungkook se tensó, su aroma se hizo espeso, escuchar hablar de esa manera a Jimin lo descolocaba, su alfa rugía deseoso acabar con quien se atreviera a dañarlo. No procesaba la idea de que alguien como Jimin pasara el tipo de situaciones que sufrió, alguien como él merecía el mundo entero a sus pies.
Jungkook leyó el informe. Jimin estaba más delgado de cómo ahora se encontraba, además Jin y Yongsun mencionaron en reiteradas ocasiones que ya había ganado algo de peso estando con ellos, no podía imaginarse en su estado cuando llegó.
Comieron entre más anécdotas recordando los viejos tiempos, sonriendo ante los buenos momentos del pasado.
Jungkook continuaba liberando su aroma para darle algo de tranquilidad a Jimin, amaba cuando el ojiverde cerraba sus ojos aspirando su olor.
Entrada la noche, Yoongi se retiró. Todos se fueron a dormir excepto Jimin, le estaba siendo imposible dejar de pensar, daba vueltas en la cama, la cobija era muy pesada y al quitársela sentía frío y al cubrirse calor. Desesperado se levantó dirigiéndose al baño para tomar una ducha.
Como eso no funcionó, se dispuso a ir a uno de los ventanales para tomar un poco de aire fresco. Suspiró profundo cuando la brisa toco la piel de su rostro.
Ya no quería pensar más, crear escenarios inexistentes en su mente. Jungkook era el causante de todo, y no en una mala forma. Únicamente se sentía estúpido al suponer, desear o sentir algo que no debía o mejor dicho no merecía. ¿Cómo alguien como él intentaba tan siquiera imaginar que un alfa tan especial como Jungkook podría interesarse en él?
No entendía el sentimiento que se alojaba en su pecho, era vibrante y brillante. Algo que jamás sintió, tan refrescante que en ocasiones le ayudaba a olvidar un poco de sus tormentos. Jimin estaba sentando en uno de los balcones, atrajo sus piernas al pecho y las abrazó. De pronto el sentimiento de querer llorar llegó.
Se permitió derramar lágrimas en silencio, sumergiéndose en esa sensación amarga y vacía. No se sentía merecedor de eso lindo que pasaba en su pecho, alguien como Jungkook no merece que alguien como él se atreva a imaginar tenerlo en su vida.
Percibió el aroma de Jungkook, abrazarlo, volteó, suponiendo el alfa estaba cerca, pero no lo vio. Cerró los ojos y el aroma a tierra mojada y madera lo relajaron, quizá tanto llorar lo empezaba a enloquecer, volteó al pasillo temiendo que alguno lo encontrara. Se bajó del ventanal cuidando de no hacer ruido y no perturbarlos.
Jimin supo que Jungkook escuchó sus sollozos y su alfa exigió calmarlo de alguna forma, fue por eso que dejó a su aroma salir y rodearlo para darle algo de tranquilidad. Preocupado, el alfa vuelve a su habitación, necesitaba encontrar una forma de cómo ayudarlo.
✧✦✧
Lejos en algún lugar apartado se encontraba Dongwoo resguardado. Uno de sus vigías recibe a un alfa dándole una mirada pesada.
—Pasa, el jefe no tiene mucho tiempo —gruñe demandante. El alfa pasa empujando el hombro del vigía entrando a la habitación.
De espaldas, en un sillón de cuero, se encontraba a quien ese despreciable ser buscaba, se tronó los huesos del cuello mientras sorbía poco de whisky.
Metió su dedo índice, jugando con los hielos que había dentro de él, se acomodó dejando el vaso sobre una mesa de madera que se encontraba a su lado.
—¿Qué es lo que quieres? —sorbe haciendo una mueca fuerte.
—Señor Dongwoo, he escuchado que anda en busca de algo —el alfa se planta frente a él.
—¿Y eso es de tu incumbencia, o qué?
—El maldito que enterró a mi hermano en la cárcel ha regresado y me gustaría hacer un trato.
—¿Qué gano yo con tu mierda?
—A su omega y yo mi puta venganza.
—¿Cómo sabes dónde está? —el alfa se da vuelta interesado.
—Deme unos días y lo tendrá en sus manos, solo necesito algo a cambio.
—¿Qué carajos quiere tu fétido trasero?
—Omega por omega, yo le doy al suyo y a cambio usted me da al hijo de Solji.
—Una jodida oportunidad, si fallas, yo mismo te rompo el culo, ¿entendido?
—Perfectamente, señor —el alfa sale tomando a otros tres guardias para empezar con el plan.
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